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Mostrando entradas de octubre, 2019

EL BANCO

Querido tú, sé que me esperas cada noche sentado en el mismo banco, que ya has olvidado lo que es quererte, que tienes miedo a avanzar por si.. por si pasa de nuevo pero querido Tú, eres tan querido que si te abres esta vez caerás en buenos brazos Ayer me dijeron que caíste del quinto piso cuando te enteraste que te fueron infiel, que mientras tú estabas y dabas, ella ni estaba ni daba  contigo, que ella creaba nuevas fragancias en la cama de otro, pero créeme si ella no te quiso, sería porque no se quiere ni a ella misma, porque a veces no se valoran las cosas cuando se tienen, o porque olvidamos que lo más bonito no tiene precio, y ella haciendo lo que hizo, se puso uno. Anteayer me dijeron que te caíste del cuarto piso, cuando supiste que te había dejado de querer hace meses pero que por alguna extraña razón seguía en tu vida, por una razón llamada interés, miedo a ser descubierta. y creo que no pudo ser más descubierta 24 horas después. Hace tres días me dijero

J U G A D A

Sintió el roce de su mano levemente, solo era una insinuaciónn de todo lo que se escondía tras esa piel. Se situó de cara al objetivo  y marcó las reglas él solo. Era poesía verle tan concentrado en algo tan simple como una bola y su arma de fuego.  Era poesía verle observar  y captar que cada movimiento, que cada centímetro llevaría a cabo una función. Se flexionó de nuevo para aumentar la puntuación y la miró, y no solo la miró, sino que cuando quiso darse cuenta la desnudó. Le abrió las palabras y sacó de ella todo y más de lo que podía creer y fue en ese paso de una esquina a otra que llegó la prueba final. Una esquina y una última bola, un golpe seco y un sonido mezclado con el gemido que se avecinaba. La mesa sintió la bola y con ella la yema de los dedos en la piel, el culo pegado y la mano traviesa que enseñaba cuales eran sus puntos débiles. Un leve movimiento y estaba el partido ganado, la mesa marcaba los golpes, uno tras uno y aumentando el volumen de los gemi